Siempre la institución y el personal del Instituto Nacional de Geriatría agradece profundamente las felicitaciones que dejan los pacientes, ya sea de atención abierta o cerrada. No obstante, que la carta de agradecimiento sea elaborada con estilo poético, a puño y letra, le da un valor y emoción adicional. Este fue el caso con nuestro usuario Juan Valdenegro, quien a sus 86 años y con una mente muy lúcida quiso soltar sus ideas en una carta de una hoja, destacando en primer lugar que en nuestro establecimiento “encontré seres humanos, de pies a cabeza. Tiernos, atentos, afectuosos, entregado en cada palabra un gesto de atención y cariño”.

Asimismo, indica que “¿de qué planeta traerían a estos hombres y mujeres? ¡Porque en la tierra se extinguieron, parece que junto con los dinosaurios! ¡Cómo quisiera que este personal tan excepcional fueran una pandemia, que se volvieran una plaga!”. Don Juan destaca que en un mundo donde al parecer “todos son enemigos, donde muchos quieren morderse, que exista un lugar que entrega tanta dulzura, tanto amor…realmente el INGER es un paraíso”.

Como establecimiento agradecemos estas lindas palabras, que nos motivan para seguir entregando siempre, la mejor atención posible hacia nuestras personas mayores. Confiamos que Don Juan seguirá su proceso de recuperación en su hogar.

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