Una jornada histórica se vivió el día jueves en el Instituto Nacional de Geriatría (INGER). Dos pacientes de más de 90 años, que ingresaron en el contexto de la emergencia sanitaria por el COVID-19, fueron dadas de alta satisfactoriamente y trasladadas sus lugares de residencia con los cuidados e indicaciones pertinentes por parte de los médicos tratantes.
Cruzando un túnes repleto de funcionarios, las pacientes, al salir del recinto, abandonaron las dependencias del INGER entre aplausos del equipo clínico de la Unidad Geriátrica Aguda (UGA), donde estuvieron hasta recibir el alta. «Estamos muy orgullosos tanto del equipo como de la evolución de estas pacientes. En este contexto complejo donde las personas mayores están más vulnerables ante el contagio del coronavirus, el que hayamos dado de alta a dos personas de más de 90 años, nos da esperanzas de que a veces la edad no es el único factor clave, sino que el cuidado que pueda tener cada paciente. Que dos nonagenarios sobrevian al coronavirus es absolutamente relevante y, sin dudas, un empujón para que sigamos trabajando para cuidar la vida de nuestras personas mayores en este complejo escenario», dice el director de la institución Pablo Gallardo.